martes, 13 de diciembre de 2011

Espejismo

Un viejo fantasma ha llamado a mi puerta.
Vestido de turquesa, sin zapatos ni sandalias,
descalzos sus pies, desclaza su alma,
mostraba en sus manos mi pequeño pasado.
Su mirada fija en mis ojos negros,
transmitía química magistralmente disfrada.
Deprecio, amargura y fantasmal aparición,
eran su letanía en la puerta entreabierta.
Difuminado rostro, cara angelical.
Semblante tranquilo, cara impasible.
Mostraban nerviosismo sus manos sudorosas.
Temor, de tocar mi delicado cuerpo.
Mantuvo el espejismo largo tiempo.
Articular palabra, era su miedo,
algo que yo tristemente anhelaba.
Tocar, tocó mi cuerpo, mi ser.
Desaparecer, desapareció mi realidad.
Palabra no pronunció para recordar.
Solo el espejismo ha podido quedar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario