lunes, 2 de enero de 2012

Adios al equilibrio

Primero una imagen, una mirada sin rostro. Atravesaba todo, imnotizaba las emociones, las controlaba. Era como un iman aquella página, aquellas letras. No era posible que unas palabras atrayeran de un modo tan irracional. Era una locura. Una locura, que poco a poco se materializó en una realidad.
Las casualidades no existen, nadie se cruza en tu camino sin una razón , ni tú del mismo modo no te cruzas en la de los demás.
Las percepciones no eran solo imaginación. Era una conexión inexplicable y recipróca. Como en puntas extremas podían estar alineados en el mismo plano? Sentir, palpar atómos suspendidos en el espacio tan lejos entre si? Como dos almas podían estar unidas sin verse o tocarse nunca, sin intercambiar ni un hilo de voz? Desearse. Qué es el deseo? Pasión. Qué es la pasión? Como se puede desear algo que no sabes lo que deseas, ni sabes su tacto, ni su olor... se puede pero es algo también extraño. Pero a veces pasa y no muy a menudo. Y cuando ocurre es una pasión que escapa a la razón, por mucho que pretendas huir siempre te persigue.
Una palabra enciende el fuego, una mirada lo aviva y al final te quemas sin más. Todo se descontrola y o se sigue o se apaga. Temor, frustración,.... nos hace retroceder sin explicación. Es más fácil no buscarlas, no darlas, no enfrentarse a los miedos, a los riesgos... a la locura.
Termina quedando una conexión que por mucho intento inútil de que desaparezca se hace más fuerte, y no se puede romper con un solo somos amigos y el olvido.

2 comentarios:

  1. Nunca ha estado mejor explicado ese momento,cuando surge la chispa que enciende el deseo.Ese momento magico incontrolable,lleno de locura.Algo irracional que inunda el alma.

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    1. Lo explicas en una frase la esencia del escrito. Gracias

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